martes, 20 de octubre de 2009

[ Cr ] [REC]2, PACO PLAZA Y JAUME BALAGUERÓ.



Para que una película funcione, y más si es de terror o fantástica, hay que sentar unas bases desde muy al principio. Y no romperlas, porque el aficionado al cine de terror y fantástico es un público exigente en varios aspectos. Y no aguanta que les cambien las cosas porque sí.

Antes de nada he de decir que nunca fui un fan de la primera parte, por lo cual no tenía muchas expectativas con ésta, lo cual provocó que la viese con bastante frialdad y objetividad.

La película de Paco Plaza y Balagueró ocurre poco tiempo después de que acabas la primera parte. Cuando unos geos entran al edificio armados hasta los dientes. Bien, esa es la primera diferencia, el cambio de género. Si en la primera parte los protagonistas carecían de armas y no podían luchar contra los... no se, ¿infectados?, ¿poseídos?... zombis coño!!! Al no tener armas la lucha con los zombis era my desigualada, es decir, luchan contra una entidad contra la que apenas pueden defenderse. Eso convierte al género en terror. En esta segunda parte, los protas, al tener ametralladoras, pipas y demás arsenal, pueden disparar a los zombis y deshacerse de ellos en un momento. Lo que allí tardaban diez minutos, aquí tardan segundos.

Bueno, eso no tiene porqué ser un error, es un simple cambio de género. Pero para que funcione hay que hacerlo muy bien, o tiras la mitología por los suelos. La mitología y los principios estilísticos, que fueron las principales bazas de [REC]. Y en [REC]2 no han sabido hacerlo bien. Me explico:

Los directores se han encargado de decir a los cuatro vientos que su principal referente para ésta segunda parte ha sido ALIENS de James Cameron. Pasar a un género más de acción y jugar con algunos tópicos y lugares comunes del género de terror y fantástico. Y esa es la cosa, género fantástico.

Cuando la primera parte pretendía ser una especie de testimonio hiperrealista de una noche en un edificio en una situación extrema, la segunda se ha dedicado a resolver cuestiones que es mejor dejar en lo desconocido. Porque resolver esas dudas va en contra de los principios que, de algún modo, se plantearon. Cosa que ya ocurría en la primera parte al final. Cuando ves la peli, y ves su intención hiperrealista, no te crees que cuando llegan al ático se encuentren todos esos recortes en la pared y el magnetófono que te explica ciertas cosas. Eso ya es poco creíble. Además, ya se sugiere que los violentos personajes no están infectados por un simple virus. Ves que el rollito religioso tiene algo que ver.

[REC]2 desarrolla y soluciona todas esas dudas. Y las lleva por el campo del fantástico de posesiones demoniácas. Y te cambia todo el encuadre que tenías con la primera parte. A ver, no digo que el gesto esté mal. Digo que está mal el modo. Creo que los directores se han metido en lodazales de los que no han sabido salir.

La primera parte tenía una buena justificación para el uso de la cámara en mano. Al final la experiencia se convertía en una especie de capítulo de CALLEJEROS hiperbolizada.

Ésta segunda parte ha querido mantener ese principio de la cámara en primera persona que tanto les funcionó en [REC]. Y, para justificar la presencia de las cámaras, han pensado en algo que es menos creíble, y menos funcional. En éste caso los Geos llevan cámaras pegadas a sus cascos. Además van acompañados de un cámara que registra todo lo que ocurre. Y luego está uno de los puntos más ridículos y tontos de la película, que la incorporación de uno grupito de adolescentes que se cuelan en el edificio con una cámara casera (previo numerito estúpido con muñeca inchable). Y quiero matizar que no me parece estúpido por el hecho de que sean adolescentes, me parece ridículo por lo mal metido que está el hecho en sí. Y lo innecesario del mismo.

Es decir, si la primera parte era un capítulo de CALLEJEROS hiperbolizado, ésta segunda parte es una especie de suma entre un videojuego tipo Duke Nukem (con todos esos planos subjetios de los geos) y uno de esos videos de YouTube de puercos adolescentes que le hacen putadas a mendigos y vagabundos.

El hecho de las posesiones demoniácas está malmetido con calzador barato, y es poco creíble. Pero les sirve a los directores para jugar con el género, y meter cosas que querían meter. Como la clásica escena de "exorcismo" o sacar a mas niños poseídos. No se porqué, pero Balagueró saca niños endemoniados o peligrosos en todas sus pelis, y es una constante que se hace bastante pesada.

A pesar de tener secuencias y escenas bastante conseguidas. La primera aparición del niño endemoniado y su posterior asesinato, la pelea con Jennifer contada a través de una sombra,... la película se cae sola. Para empezar porque rompe con su principal baza, y es la intención de hiperrealidad, y después porque, ya como ficción pura, no funciona a muchos niveles. Además pretende tener más humor negro, cosa que no consigue. En los momentos que pretende que te rias no te ries, te resulta ridícula (el disparo fallido de la adolescente), y los momentos que pretenden ser macabros hacen que te rias, ese disparo al niño endemoniado.

No se hace larga porque no lo es, es la leche de corta. Ese hecho en su duración permite a los cines poner algún que otro pase más de la película, y así hacer más dinero.

La película ha sido un éxito, eso es indudable, y no voy a ser yo quien le discuta a los éxitos, porque por algo lo son. Si es cierto que se notó del segundo al tercer fin de semana y bajón en la entrada de público, pero bueno. Entraba gente, cosa que la mayoría de pelis españolas no puede decir. 

El final es abierto, para poder dar paso a posibles terceras partes. Además de la presencia de Manuela Velasco (divertidísimo oírla con voz de tio), en el edificio se quedan encerrados dos de los adolescentes. Quien sabe si [REC] será la primera trilogía de terror en España desde los tiempos del maravilloso Paul Naschy. 

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