martes, 23 de diciembre de 2008

THERE WILL BE BLOOD


Posiblemente una de las mejores películas del pasado año (que ya queda lejos). P.T. Anderson es un realizador emparentado con toda una generación de directores. Tanto con la suya propia como con la de Robert Altman o, incluso, Howard Hawks. Es, junto a Tarantino, un reciclador de material cinético. Pero mucho más sutil que el director de RESERVOIR DOGS. Donde Tarantino imita y roba material de, por ejemplo, Sam Fuller; P.T Anderson reinterpreta el cine del Robert Altman de VIDAS CRUZADAS. 

Aunque Anderson es un director con bastante poco estilo. Por eso es tan bueno. MAGNOLIA y BOOGIE NIGHTS  no se parecen tanto como mucha gente dice. Y, si fuese así, el resto de su filmografía habla por sí sola. HARD EIGHT es una especie de cruce entre una de las primeras pelis de los Coen y un tono muy de Scorsese.

MAGNOLIA está mucho más emparentada con el cine de los setenta o cualquier peli de Robert Altman, al contrario que BOOGIE NIGHTS que es un reflejo moderno del cine de Martin Scorsese, sobretodo CASINO y TAXI DRIVER.

PUNCH DRUNK LOVE es una comedia romantica única dentro del género, uno de los más taquilleros desde finales de los 90, a la par que de los más rentables.  No tiene nada que ver con LA BODA DE MI MEJOR AMIGO, PRETTY WOMAN o ALGO PASA CON MARY (Tres pelis de lo más correcto por otro lado)

POZOS DE AMBICIÓN, que es un título horrible, es un film estático y cerrado de trama. Profundo y claro (de estructura), oscuro y amoral (de contenido)

Desde el principio uno descubre que está ante un artefacto cinematográfico interesantísimo. Si el cine se define por lo que se puede contar a través de la imagen, que no de la estética, POZOS DE AMBICIÓN es un ejemplo de cine casi en estado puro.

El melodrama surge de la trama, pero el drama surge de los personajes, y THERE WILL BE BLOOD nace de un personaje, magistralmente interpretado por Daniel Day Lewis. Su personaje contiene tal carga de historia detrás, tal carga de "no dicho", que su personalidad actual es de una complejidad increíble. Todo su "yo" de el momento en que empieza el film es de unas características más ocultas que claras. No llegas a conocerlo, de verdad, casi nada.

La estructura está perfectamente dosificada dentro de una trama cerrada sobre un personaje único. Desde su planteamiento a su conclusión el equilibrio es perfecto, y depende más de las intenciones y acciones de Daniel Plainview (Daniel Day Lewis) que de la trama en sí.

Si uno se fija bien, THERE WILL BE BLOOD es una peli de terror desde el punto de vista del asesino. Pero sin cuchillos, aunque si algo de sangre. Cine de terror absolutamente construido sobre "gags" de terror. Momentos. Como el cine de terror. Me explico.

Normalmente el cine de terror se construye sobre momentos, sobre secuencias que funcionan casi de manera independiente. Igual que cierto tipo de películas de acción de los 80.

THER WILL BE BLOOD es igual en cierto sentido. No es que puedas ver las partes de manera independiente. Pero si sus momentos funcionan como una ley de conflictos sucesivos dentro del género. Todo va a más. Todo el personaje de Daniel Plainview cada vez llega más lejos. Es explícito en sus intenciones y sus acciones. Pero la pelicula no lo es. No es tópica. Es degeneradamente realista en los comportamientos de unos personajes totalmente degenerados.

Una peli cojonuda, preciosa y magnífica. Terrorífica y maléfica. Peligrosa. Clásica. Atrevidamente antimodernista. Casi perfecta.

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